La Policía Judicial concluye que fueron transcritos dos libros del cementerio

27.11.2012 08:53

 

Restos de los originales aparecen en la Casa Colón · Su importancia radica en que son la "única fuente de información objetiva" para muchos casos de desapariciones de neonatos

RAQUEL RENDÓN / HUELVA | ACTUALIZADO 27.11.2012 - 01:00
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Sobre estas líneas, de izquierda a derecha, los tomos 1 y 3 del registro del cementerio, transcritos recientemente y en muy buen estado.

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El libro 4, posterior a los otros dos (1 y 3), mucho más deteriorado a pesar de ser más reciente.

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El Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional de Huelva abrió una investigación el pasado mes de marzo -como adelantó entonces este rotativo- sobre el posible trasvase de información de unos libros de registro de defunciones a otros pertenecientes al cementerio de La Soledad. 

Las actuaciones se iniciaron después de que la presidenta de SOS Bebés Robados Huelva, Esperanza Ornedo, pusiera en conocimiento de los agentes del Grupo IV de la comisaría onubense que se podía estar llevando a cabo la transcripción de algunos de los tomos del registro. Ella misma había solicitado en febrero a un funcionario del cementerio el libro correspondiente a 1968, año en que supuestamente fue enterrada su hermana (a la que busca) en la sepultura general. Era la segunda vez que pedía esa información. Entonces se quedó estupefacta al observar que el libro que le habían facilitado no era el mismo que vio por primera vez, sólo unos meses antes, sino que "la letra era reciente y estaba escrita con bolígrafo de tinta azul", por lo que se preguntó "por qué al cabo de tantos años se están transcribiendo los libros y por qué motivo se está haciendo con unos tomos sí y con otros no". 

Esas mismas preguntas asaltaron a la Policía Judicial, que decidió realizar algunas comprobaciones y poner en marcha una exhaustiva investigación de la que ha tenido conocimiento en profundidad Huelva Información en exclusiva. El inspector jefe y un oficial del SAF se personaron en las oficinas del cementerio y verificaron la existencia de los libros. En esta primera inspección, determinaron que "están datados desde hace muchos años y que son la única fuente de información objetiva y precisa" para muchos casos de presuntas desapariciones de bebés en Huelva, lo que ocasiona que "sean insustituibles con alguna otra prueba, por lo que su desaparición o destrucción ocasionaría la imposibilidad de poder acreditar datos de hace muchos años, como fecha y día de enterramiento, la procedencia del feto o la identidad de la madre biológica". 

Así se lo refieren, como consta a este diario, a la autoridad judicial en la solicitud de entrada y registro a las oficinas del cementerio para conseguir llegar al fondo de la cuestión. Sin embargo, la jueza encargada del asunto estimó improcedente el registro de las dependencias, aunque sí instó a la Policía a "proceder a la investigación de la presunta comisión de algún hecho delictivo" en un auto dictado el 13 de marzo pasado. Fue un nuevo punto de partida para una ardua, compleja y accidentada investigación policial. 

Los funcionarios del SAF se reunieron con el concejal de Infraestructuras, Felipe Arias, que los autorizó a entrar tanto en la oficina del cementerio como en el negociado -sito en la Casa Colón- para documentar los libros de enterramientos existentes y fotografiarlos. Se personaron en el camposanto el 20 de marzo cuatro agentes, apoyados por un especialista de la Policía Científica. En esta actuación dejaron acreditada la existencia de seis libros con datos de entre 1952 y 1998, dejando constancia gráfica de su estado de conservación, de la portada y los registros de la primera y la última página. 

En el negociado del cementerio no lo tuvieron tan fácil, según consta en el atestado policial. Pese a que iban acompañados el 28 de marzo por un técnico municipal, la directora del Archivo del Ayuntamiento, María Dolores Lazo, "se opuso" a que realizaran las labores previstas objetando que necesitaban una orden judicial para llevarlas a cabo. Se vieron obligados a marcharse y empezar de nuevo. Obtuvieron autorización por escrito del secretario municipal y el 19 de abril regresaron al negociado. En el acta quedaron asentados 18 libros de entre 1943 y 1995. 

La conclusión de los investigadores es clara: "Se transcribieron dos libros". En concreto, se trata de los tomos 1 (1952-1964) y 3 (1965-1976) intervenidos en la oficina del camposanto, "transcritos por el mal estado de presentaba el original", según explicaron a la Policía los trabajadores del cementerio, no encontrándose los libros primigenios en estas instalaciones. Los investigadores se basan en "datos objetivos, al compararse el buen estado de los libros 1 y 3 con otros datados en fechas anteriores y posteriores". 

En el negociado de la Casa Colón hallaron "los restos de los dos libros originales" -uno de 1952-1961 y el otro de 1966-1976-, "apreciándose que no estaban completos y su estado de conservación era muy deteriorado", reza el atestado. No obstante, lo cierto es que la investigación no ha avanzado lo suficiente como para poder comprobar si algunos de esos datos ha sido manipulado en el trasvase de información de un libro a otro. 

Uno de los funcionarios del cementerio de La Soledad, preguntado por los motivos de que ambos tomos fueran reescritos, declaró que era porque "hacía tiempo, cuando venían personas a realizar alguna labor de forma ocupacional en el cementerio, sobre el año 1994, se las ponía a transcribir los registros de algunos libros con la finalidad de salvaguardar los datos al encontrarse en un estado lamentable de conservación".