No conseguirán esconder la verdad

27.11.2012 14:11

 

ESPERANZA ORNEDO | ACTUALIZADO 27.11.2012 - 07:58
 
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Aunque albergábamos la esperanza de que la Audiencia se pronunciara a favor de proseguir con la investigación de nuestras denuncias por el asunto de bebes robados, sería absurdo decir que nos ha sorprendido su decisión de cerrarnos las puertas a la verdad. Los delitos puede que prescriban, pero nunca la verdad ni la Justicia universal. La Justicia de Huelva no puede apoyar que se esclarezcan estos hechos de lesa humanidad que denunciamos porque sería demostrar la suciedad y la infamia que se esconde en su propio sistema y reconocer, de una vez por todas, que ha existido robo y comercio de bebés durante el Franquismo y años de la Transición. Se trata de un crimen de estado que en décadas se ha silenciado y cuyos culpables se esconden en las sombras de un triste, vil e infame pasado que todos ya conocemos. Ya hemos visto rodar cabezas de quienes quieren conocer la verdad, de los pedestales de la judicatura al exilio. 

¿Cómo se le explica a una madre lo que es una prescripción? ¿Dónde están los derechos del niño? Cómo se le explica el hecho de que ha sido una gran suerte haber parido en Madrid, ya que allí la Justicia sí da paso a la investigación y, una mala suerte haberlo hecho en Huelva, ya que según la decisión de la Audiencia las madres que han parido aquí no tienen el mismo derecho a saber el paradero de sus hijos.  
Los años transcurridos no serán una excusa más de tantas para conocer la verdad -parte de esa verdad y sus nombres ya los conocemos- y, aunque la Justicia en Huelva nos ha dado la espalda y ha cerrado las puertas a seguir investigando, nosotros continuamos persiguiendo nuestro fin, que no es otro que encontrar a nuestros hijos. Es nuestra responsabilidad de madres y padres, hermanos que buscamos a nuestros seres queridos. El túnel del tiempo no va a ser impedimento para llegar hasta el final. 
La verdad es un bien que nadie nos puede arrebatar. La Justicia sabemos (y nos  lo han demostrado) que es un equívoco. La verdad se sabrá tarde o temprano y, cuando eso suceda, exigiremos la misma justicia que exigimos ahora y se nos deniega y responsabilidades a quienes han puesto trabas en nuestro empeño. 

Si la idea era quitarnos del medio... siento decirles que no lo han conseguido. El tiempo es el que le hace saber a cada cual dónde debe colocarse. Cometieron muchos abusos y algún día pagarán por ello, dado que la Justicia está demostrando favorecer a los criminales que cambiaron el destino de nuestros hijos y de nuestras familias. 
No dejaremos de luchar, nuestra naturaleza de sangre nos lo impide, e intentaremos que los criminales sean conocidos. No sabemos el destino que fue de nuestros hijos, pero en la mente de esos criminales cabe la pederastia, la venta de bebés, su explotación, etc., por ello lícitamente daremos a conocer sus nombres y que sea la sociedad quien los juzgue. Hay algo muy importante de lo que no se pueden olvidar y es que, al final, la verdad prevalece. ¿Qué Justicia es ésta? La que ampara al delincuente?, ¿la que ignora la realidad de tráfico de bebes, de la pederastia, de la explotación de los niños? ¿La que sustenta conductas impunes y no castiga a los criminales?

La decisión de la Audiencia Provincial es sólo un tropiezo en el camino y no por ello dejaremos de andar, porque nos sobran las fuerzas, el coraje y las ganas de luchar por saber dónde se encuentran nuestros hijos, los que fueron vendidos como mercancías a cambio de una bolsa de dinero y que, injustamente, con indefensión y engaño nos arrebataron. Encontraremos apoyos nacionales e internacionales a nuestra causa para que la justicia universal nos ampare. Pagarán por el perpetuo dolor y las lágrimas desconsoladas de tantas madres. 
Es una vergüenza lo que estamos viviendo en nuestra sociedad. A ver si ahora que públicamente se han declarado todos los casos prescritos y han suspirado aliviados los criminales, se pronuncia alguien de las muchas personas conocedoras de la verdad y se dignan a ayudarnos y contarnos de una vez qué hicieron con nuestros hijos, dónde los llevaron. A todos aquellos que el silencio les amordaza les preguntamos: ¿De qué tienen tanto miedo? ¿Tan terrible es su vergüenza que les impide denunciarlo, o acaso son cómplices con su silencio? No tenemos ninguna duda de que habrá madres cuya lucha llegará a buen fin y sentirán por fin el abrazo de sus hijos; otras quizás no tendremos esa suerte, pero lo habremos intentado. Para todas aquellas personas que puedan ayudar en nuestras búsquedas y aportar información para poder llegar a saber lo ocurrido, decirles lo siguiente: Nosotros no tenemos miedo, esto es una democracia, nos ampara el estado de derecho.

Y, para aquellos indeseables e infames médicos, matronas, asistentes sociales, religiosos y cargos de administraciones públicas que creyeron ser dioses, decirles desde SOS Bebés robados Huelva que sabemos quiénes son y no cejaremos hasta verlos sentados ante la Justicia. En una de sus publicaciones, Al servicio de España y del niño español, decían: "No existe criminal más peligroso que una matrona". Parece que la Justica lo obvia.